El Panel Público Asesor (PPA) de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) celebró este miércoles su primera reunión de 2023. Un encuentro que se dedicó a grandes proyectos e inversiones en marcha del sector químico en Tarragona que reafirman la apuesta de futuro de las empresas por el territorio, así como su transición ya en marcha hacia un modelo más sostenible, descarbonizado y circular.
En concreto, se presentaron tres proyectos: la nueva planta de producción de cloro de Covestro en el polígono Sur, que ya está en marcha; y dos proyectos liderados por Repsol: la planta de producción de hidrógeno renovable que se prevé que esté en marcha en el polígono Norte en 2026; y la Ecoplanta, que también se prevé poner en marcha en el 2026 en el polígono Norte.
De los tres proyectos no sólo se detallaron sus características técnicas y las mejoras de eficiencia y competitividad que comportarán, sino sobre todo cuál será su contribución en términos de reducción de huella, fomento de la sostenibilidad, así como cuáles son sus garantías seguridad, tanto en fase de construcción como de operación una vez en marcha.
Fue el jefe de la nueva planta de cloro de Covestro en Tarragona, Giorgio Dolfini, quien explicó el proyecto a los miembros del Panel, presentándolo como un auténtico “reto tecnológico”, puesto que se trata de la primera instalación de todo el mundo que utiliza esta tecnología. A modo de contexto, Dolfini remarcó que el cloro es un elemento indispensable, sin el que la sociedad actual no es viable por sus múltiples aplicaciones esenciales.
Asimismo, explicó que su producción requiere de un elevado gasto energético, hasta el punto de que la producción de cloro es responsable del 1% del gasto energético del planeta. Es por este motivo que Covestro ha hecho el esfuerzo por desarrollar esta nueva tecnología, en la que la compañía empezó a trabajar más de 30 años atrás, hasta llegar a la patente. La construcción de la planta, por su parte, ha durado dos años.
La gran ventaja de esta tecnología es que permite producir cloro con un gasto energético menor: requiere de 2 voltios, en lugar de 3, lo que implica un ahorro del 25% de consumo de corriente y, en consecuencia, 22.000 toneladas anuales menos de CO2 que se emiten en la atmósfera (el equivalente a unos 15.000 coches).
La producción de cloro de esta nueva instalación, que genera unos 50 puestos de trabajo directos y cerca de 30 más indirectos, es para el propio autoconsumo de Covestro, que utiliza este cloro como materia prima del MDI, que también produce en Tarragona. Dolfini explicó que el MDI es, a su vez, una materia prima básica de las espumas de poliuretano, un material esencial que tiene múltiples aplicaciones en la sociedad: desde los asientos y colchones, hasta balones y calzado deportivo.
Por lo que se refiere a la planta de producción de hidrógeno verde que se pondrá en marcha en el polígono Norte, fue el coordinador del proyecto, Javier Garbín, el encargado de presentarlo. Se trata de una inversión a cargo de un consorcio que lidera Repsol y en el que participan también Messer, Iqoxe y Enagas. Estas cuatro empresas serán las que consumirán las 23.000 toneladas anuales de hidrógeno que producirá la planta en una primera fase. Garbín enmarcó la iniciativa en el compromiso de Repsol de ser una compañía neutra en emisiones de CO2 en 2050.
Este electrolizador se nutrirá con una parte de energía renovable de proximidad, y con otra parte procedente de los conocidos como «ppa’s» (Power Purchase Agreement), y su puesta en marcha permitirá ahorrar la emisión de 150.000 toneladas anuales de CO2, el equivalente a lo que genera una ciudad de unos 30.000 habitantes. La capacidad, en una primera fase, será de 150MW, pero en una segunda fase, con vistas a 2030, podrá llegar a 1GW.
Garbín quiso contextualizar la demanda de agua que implicará la puesta en marcha de un electrolizador como éste, explicando que para producir cada tonelada de hidrógeno son necesarias 50 toneladas de agua: 10 como materia prima, y las 40 restantes como agua de refrigeración. Remarcó que la cantidad de agua que, a nivel mundial, se estima que hará falta para poder producir el hidrógeno necesario es muy inferior a la que implican otras actividades como la agricultura o los municipios.
Finalmente, la coordinadora del proyecto de la Ecoplanta, Antonia López, cerró la exposición. Ecoplanta Molecular Recycling Solutions es una empresa participada por Repsol, como socio mayoritario, y la empresa canadiense Enerkem, que es la que aporta el conocimiento tecnológico. El proyecto contempla la construcción de una planta que, a partir de residuos sólidos urbanos que actualmente terminan en el vertedero (contenedor gris), gracias a un proceso de gasificación, producirá metanol circular. Este metanol podrá utilizarse como materia prima de productos químicos (pinturas, resinas, plásticos…) o de biocombustibles avanzados.
La Ecoplanta es uno de los únicos 7 proyectos que fue incluido en la segunda convocatoria del Innovation Fund de la Unión Europea (de los más de 300 que se presentaron) precisamente por la aplicación de esta tecnología innovadora que permitirá, por un lado, reducir notablemente los residuos que acaban en el vertedero, y por otro reducirá también las emisiones de CO2.
El proyecto se encuentra actualmente en fase de ingeniería de detalle y se prevé su aprobación para el primer semestre de 2023. La intención es iniciar la construcción durante 2024 y que la planta esté operativa a finales del año 2026, y generará cerca de un centenar de puestos de trabajo directos.
La tecnología utilizada permitirá reciclar el 75% del carbono presente en los residuos. En concreto, la instalación reciclará entre 375.000 y 400.000 toneladas de residuos al año, que procederán de Ecoparcs catalanes, en especial del área metropolitana de Barcelona, para producir 240.000 toneladas anuales de metanol circular. Se calcula que este proceso permitirá ahorrar la emisión de 3,4 millones de toneladas de CO2 en los primeros 10 años de actividad.
Los miembros del Panel Público Asesor agradecieron las exposiciones y celebraron que la industria tenga proyectos de futuro de esta magnitud en Tarragona, en especial encaminados a la reducción de la huella y la circularidad. Por lo que se refiere a las preguntas, la mayoría tuvieron que ver con el impacto económico de estos nuevos proyectos, así como también en el detalle de las mejoras que implicarán para el territorio en términos de impacto ambiental.
Los panelistas también se interesaron por las medidas de seguridad con las que trabajarán las nuevas plantas, así como las que se implementarán en el almacenamiento y en el transporte de las materias primas y productos finales. En este sentido, se remarcó que las instalaciones de producción y almacenamiento (tanto en cuanto al cloro de la planta de Covestro, como el hidrógeno del electrolizador y los residuos en el caso del Ecoplanta) se conciben, ya desde la fase inicial de diseño, con numerosas tecnologías y medidas, que son redundantes y complementarias entre ellas, para garantizar la seguridad y también la minimización del impacto sobre el entorno (previniendo posibles malos olores, por ejemplo , en el caso de la Ecoplanta).
En cuanto al transporte de productos y materias primas, tanto en el caso del cloro (que ya está en marcha) como en el de la futura planta de hidrógeno, se recordó que los consumidores están dentro del mismo polo petroquímico (polígonos Norte y Sur) y el suministro es a través de tubería.
nt és a través de canonada.